Lo que a primera vista puede parecer un pez de estanque es una verdadera institución. el es pez koi No son sólo carpas orientales: también son un verdadero símbolo en su país natal (China) prosperidad y buena fortuna; pero también lo están en Japón (país que se interesó especialmente en la cría de estos peces), donde el pez koi es símbolo de amor y amistad.
La historia de los peces Koi es muy singular. y se debe, esencialmente, al interés del mundo oriental por su belleza. La importancia de estos peces radica en que ya aparecen referencias a ellos en escritos chinos y coreanos del siglo IV. Y no es para menos: según la leyenda, los peces koi lograron nadar río arriba y tomar las cascadas convertidos en dragones. Pero, lejos de la mitología, la realidad es que a los arroceros se les atribuye el inicio de su cría: se dieron cuenta de que había una carpa más colorida y más vulnerable a los depredadores y, movidos por su belleza, empezaron a criarlas buscando un común. color. patrones. Algo que se convirtió en un hobby, sobre todo en Japón a principios del siglo XX.
Mirando este balance de color, la nomenclatura de estos peces se corresponde precisamente con las gamas cromáticas que presenta: común (con colores naranja y rojo), Ochiba (que tiene una mezcla de azul y naranja en sus escamas), Kumonryu (con su cara blanca y el resto del cuerpo pigmentado en negro) o Tancho (completamente blanco y con un círculo rojo en la cabeza, por lo que Japón lo adoptó como su pez oficial).

Imágenes: Alberto Castillo
Ellos son un pariente de la carpa común Los peces koi guardan varias similitudes a la hora de criarlos: son animales muy resistentes (son capaces de vivir en aguas estancadas de forma saludable), marcados por la longevidad (son cuidados de forma óptima, Pueden vivir entre 20 y 30 años.), que pueden adaptarse a diferentes temperaturas y de tamaño mediano (suelen hacer unos 80 centímetros, aunque pueden alcanzar el metro).
Pero, más allá de sus necesidades de vivir sanamente y decorar un estanque con su vida, lo que hace que esta raza de peces sea especialmente singular y la distinga del resto es su capacidad de adiestramiento: no sólo están ahí para reconocer a su dueño, sino incluso su carácter los convierte en compañeros que se dejan acariciar y comer sin control.
Si quieres conocerlos, acércate a ellos. estanques de nuestro lugar Verdecora de Torrelodones y Majadahonda. Podrás ver en primera persona cuál es el carácter de estos peces.
Imagen principal | Carlos Adánpol Galindo