Prevención de la obesidad canina Debe ser, desde la infancia de nuestro perro, un objetivo real de nuestro compromiso como propietarios responsables. Una forma de aprender desde cachorro a evitar un perro obeso de adulto. Lejos de ser solo una cuestión estética, el sobrepeso es todo un asunto clave para la salud de un perro; Y lo más importante: es más fácil prevenir la obesidad canina que, posteriormente, solucionarla.
obesidad canina uno de los principales problemas de salud asociados con los perros domésticos. El exceso se encuentra, muchas veces, por la acción de muchos dueños de poner a nuestro perro en una mente enfermiza, creyendo que tiene hambre, o que se merece ese pequeño pecado. Partimos de una premisa importante: en términos generales, El perro es un animal voraz.. Lo que sugiere que, muchas veces, no come por apetito sino por mera glotonería. Algo que debemos saber como dueños, para saber cómo alimentar adecuadamente a un perro.
Por ello, y lejos de tomárselo a la ligera, es importante saber como prevenir la obesidad canina. La mejor manera de mejorar, desde pequeños, la calidad de vida de nuestro perro.
LA ALIMENTACIÓN, LA CLAVE PARA COMBATIR LA OBESIDAD CANINA
Al igual que las personas con sobrepeso, la alimentación es uno de los factores básicos para ver si queremos evitar la obesidad canina.
En la gran mayoría, los perros obesos están comiendo más de lo que necesitan nutricionalmente. Unas que difieren en función de múltiples factores: el tipo de perro, su tamaño, su constitución física y, básicamente, su edad. Encontrar un excedente de alimentos a tiempo nos ayudará evitar perros obesos que necesitan una vida específica para adelgazar y que, además, ven perjudicada su salud por ello.
el es lista de enfermedades que puede sufrir un perro por exceso de peso, y que hay que tomarlos en serio: problemas articulares, cardíacos y renales, envejecimiento prematuro, acortar la vida de nuestro perro… Motivos, en definitiva, más que suficientes para que considerar mantener su alimentación desde la más tierna infancia para asegurar que su desarrollo y vejez sean dignos.

Para empezar, es fundamental elegir la dieta adecuada para evitar la obesidad canina. Para ello, nada como optar por o alimentos naturales para perros oa través de una alimentación equilibrada donde la presencia de hidratos de carbono no sea la nota principal del pie. Pero esto no es suficiente, sino que también tendremos que elegir la alimentación según las características físicas de nuestro perro y proporcionársela. la cantidad representada en gramos ordenados por cada casa según el tipo de perro. Una forma de asegurarse de obtener la ingesta de nutrientes que necesita, ni más ni menos.
Además de cuidar el tipo de alimentación, también podemos utilizar ciertos fórmulas emocionales lo que ayudará a saciar el apetito de nuestro perro. Aliméntalo siempre a la misma hora, divide su ración diaria en tres tomas para que no sienta hambre o cambia su dieta, alternando comida seca con comida húmeda, aliados aliviarán la voracidad de nuestro perro. Y no: si queremos cuidar su alimentación, tendremos que ser fuertes y no ceder a sus demandas de alimento, ya sean las suyas o las nuestras.
EJERCICIO, ESENCIAL PARA PREVENIR EL SOBREPESO EN PERROS
Y si es fundamental cuidar lo que come, otro aspecto fundamental del bienestar físico y emocional de nuestro perro: la ejercicio. Los perros son animales activos que tienen más o menos demandas de actividad, dependiendo de su raza y edad. Un elemento que debemos ceñir al pie de la letra, procurando que cada día un Al menos 20 minutos ejercicio preferiblemente dos veces al día.
Esta guía es crucial no solo para la salud de sus articulaciones, sino también resultados directamente en su apetito. Los perros inactivos tienden a convertirse en perros obesos, no solo porque no queman los nutrientes sino también porque su ansiedad aumenta si no están activos. Un factor que inevitablemente se traduce en un mayor apetito.

Pero además de estos paseos debemos realizarlos religiosamente, para perros jóvenes y adultos simplemente caminar no es suficiente. Además, tendremos que combinar esta actividad con un juego que les permita quemar las calorías consumidas y liberar su energía. Por eso, una pelota, un cordel o cualquier otro juguete que podamos lanzar y que el perro nos traiga será una actividad divertida que también cubrirá esta necesidad nutricional que acabamos de comentar.
Por último, un consejo: No sometas a tu perro a actividad física si acaba de comer. Ambos factores pueden ser negativos para tu salud en conjunto, por lo que es mejor dedicarle un poco de ejercicio antes de ingerir alimentos; y, pasado el tiempo de paseo y juego, le damos primero agua para que se detenga y un tiempo después la dosis de comida correspondiente.
Pequeños trucos que, junto a una adecuada alimentación y pauta de ejercicio, conseguirán evitar la obesidad canina.
Una rutina que los propietarios debemos aprender si queremos disfrutar de nuestro perro de la mejor manera posible: cuidando su salud y bienestar.
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