El área de la cocina, junto con el baño, suelen ser las zonas de nuestra casa donde debemos prestar mayor atención con los cuidados y tareas de limpieza. Debido a la humedad que presentan estos espacios, son perfectos para el desarrollo de gérmenes indeseables causantes de diversas enfermedades. Nuestro fregadero no escapa a esta problemática, incluso, puede tratarse de una de las partes de la cocina más sucias. Esto es consecuencia del uso diario que se le da y su constante contacto con alimentos de los cuales se acumulan residuos sobre su superficie y tubería, generando el crecimiento de estos peligrosos microorganismos.
Por ello, es necesario aplicar medidas de higiene extremas para mantener nuestro fregadero en óptimas condiciones, libre de bacterias, pero también, para mantener nuestra cocina con una apariencia bonita e impecable, ya que esta sección suele acumular manchas de grasa y cal muy desagradables a la vista. Para solucionar esto, hoy te presentamos un excelente truco casero para mantener tu fregadero limpio y brillante usando un compuesto que de seguro ya conoces y tienes en tu cocina: bicarbonato de sodio. Este es, sin duda, uno de los aliados de la limpieza preferidos por la mayoría de las personas por ser una alternativa económica, eficaz y natural, y aquí te enseñamos cómo usarlo.
¿Cómo realizar una limpieza profunda de tu fregadero?
Como hemos visto, nuestro fregadero tiende a acumular gérmenes indeseables, manchas de grasa desagradables e incluso malos olores, por lo cual debemos asearlo con regularidad y de manera profunda. Es por ello que, te enseñaremos este truco de limpieza dividido en tres sencillos pasos con el fin de abarcar cada sección de tu lavaplatos y conseguir resultamos óptimos en poco tiempo. La mejor parte es que solo necesitas pocos materiales que fácilmente consigues en tu casa:
- Bicarbonato de sodio
- vinagre blanco
- sal
- Paño o esponja no abrasiva.
Si ya cuentas con todos los implementos, es momento de ponernos manos a la obra.
Libera tu tubería de la suciedad
En muchas ocasiones tendemos a cocinar de manera apresurada y sin prestar demasiada atención a lo que hacemos, esto trae como consecuencia muchas veces que residuos de comida y grasa caigan al desagüe. Esta práctica con el tiempo ocasiónenos dolores de cabeza, pues tiende a generar malos olores y a obstruir nuestras tuberías. Por ello, el primer paso, consiste en revisar si nuestra grifería no tiene goteras y si nuestras tuberías no se encuentran atascadas, ocasionando que el agua ya no pase con la rapidez que debería.
Si este es tu caso, puedes aplicar diversos trucos caseros para solucionar este asunto, o bien, simplemente puedes realizar esta práctica de manera preventiva. Uno de los métodos más efectivos consiste en realizar una mezcla entre bicarbonato de sodio, sal y vinagre blanco. Esta combinación crea una potente reacción química que te ayudara a desprender hasta la grasa más difícil de tus tuberías.
Para realizar dicho procedimiento, en primer lugar, debes despejar tu fregadero de todos los utensilios de cocina. Seguidamente, agrega ½ taza de bicarbonato y ¼ taza de sal, y viértelo en la tubería de tu lavaplatos. Después, calienta 1 taza de vinagre hasta que hierva y agrégala a la mezcla anterior. Tapa el desagüe para evitar que se esparza la espuma ocasionada por esta reacción y déjalo actuar durante 15 o 30 min. Luego, agrega aguar hirviendo para deshacerte de todos los residuos restantes.
Elimina manchas y desinfecta tu fregadero
Ahora bien, utilizaremos el poder para limpiar y desinfectar que nos ofrece el bicarbonato de sodio en la parte visible del lavaplatos. Para ello, vamos a mezclar en un recipiente 3 cucharadas de bicarbonato un poco de agua. Humedece un trapo con esta mezcla y friega toda la superficie del fregadero. También, puedes usar una esponja para realizar este procedimiento, pero, debe estar compuesta de un material suave, ya que de lo contrario puedes rayar o dañar la superficie de acero.
En caso de presentar manchas persistentes puedes agregar más bicarbonato en la zona y dejarlo actuar por unos pocos minutos más y luego seguir frotando el área. Finalmente, enjuaga todo el lavaplatos con abundante agua templada y sécalo con ayuda de un paño de microfibra ¡Y listo! Podrás decirle adiós a las manchas y a la suciedad.
Obtén un brillo impecable
Una vez eliminadas las manchas y los restos de comida en el paso anterior, como punto extra puedes lograr un brillo especial en el acero del fregadero. Para lograr esto puedes utilizar productos especiales para acero inoxidable, o bien, emplear una técnica casera y sencilla mezclando una taza de agua con una taza de vinagre blanco. En el caso de aplicar este último método, solo debes impregnar un paño de microfibra con la mezcla y frotar todo el fregadero. Terminado el proceso, solo retira la solución con abundante agua y seca la superficie con ayuda de papel absorbente o un paño seco.