Es una de las plantas de interior más valiosas y populares en los hogares. Más allá de su belleza con un toque tropical, el cuidado de la yuca lo convierten en el candidato perfecto para decorar cualquier espacio con la naturaleza. No solo nos dificultará un poco la vida, sino que, con un poco de atención, mostrará su característico color perenne durante todo el año. ¡Una combinación perfecta y absolutamente irresistible!
Perteneciente a la familia Agavaceae, es originaria principalmente de las zonas tropicales de América. Sin embargo, y con algunas excepciones en el más de 50 tipos Su tamaño, adaptabilidad y resistencia la convierten en una planta perfecta para cultivar en exterior en climas mediterráneos. Un detalle que nos da una pista importante sobre su resistencia y rusticidad.
Pero aparte de esto, señalemos algo. Debido a su hábito leñoso con hojas de corona dispuestas como palmeras, la yuca es una gran planta para plantar. toque exótico y elegante a cualquier interior. Una planta que, con los cuidados adecuados, puede llegar a medir dos metros para ser, sin duda, el centro de todas las miradas.
5 CLAVES EN EL CUIDADO DE LA YUCA
Por lo general, la yuca que nos gusta en interior suele responder con un esquema muy definido. Suele tener dos o tres troncos de madera lo que le da a esta planta el nombre común de pata de elefante, debido a su aspecto. Estas consecuencias no generan nuevas con el tiempo, pero si seguimos al pie de la letra los cuidados de la yuca, no crecen más altos y aumentan el follaje de sus hojas.

Es precisamente esta esbelta estructura vegetal la que le confiere ese aire refinado que buscamos en cualquier salón o incluso en un dormitorio. Y es su apariencia junto con su facilidad de cultivo lo que hace que la yuca una de las plantas de interior perfectas para regalar incluso para los que se inician en el mundo de la jardinería.
Entonces, averigüemos qué necesita para mostrar su firma verde. Solo así entenderemos por qué tiene tantos seguidores entre los amantes de las plantas.
1. Mucha luz, fundamental para el bienestar de la yuca
Empecemos por lo que es, sin duda, la prioridad absoluta cuando se trata del cuidado de la yuca. Siempre que se haya adaptado a estar en nuestra latitud, lleva en su ADN que es una planta tropical y, por tanto, exige estar en un espacio bien iluminado. Además: entiende que hay una buena dosis diaria de sol directo, por lo que una posición perfecta cerca de una ventana. Durante los meses de verano es recomendable sacar nuestra planta al exterior para que reciba la máxima luz posible.
¿Y qué pasa cuando nuestra yuca no recibe la cantidad de luz que necesita? En primer lugar, impedirá el crecimiento. Si la falta de iluminación es muy acusada, perderá el verde intenso de sus hojas e incluso podremos ver manchas en su superficie.
2. Temperaturas adecuadas para el crecimiento
Su carácter de planta resistente hace que pueda sobrevivir en un rango de temperatura muy amplio. Aunque lo ideal es tenerlo entre 18 y 23 grados, se puede exponer hasta a 35 sin que sea demasiado problema. Durante los meses de frío, es recomendable mantenerlo en un lugar fresco que ronda los 10 grados.
A diferencia de otras plantas de la misma familia, su tolerancia al frío es bastante relativa. Aunque eso es cierto puede soportar algunas heladas ligerasEsta no es la situación ideal para ella. Por eso y si nuestro clima tiene un invierno donde cae el termómetro, estaría genial meterlo dentro de casa.
3. Un abonado quincenal en los meses señalados, clave para su crecimiento
Como ocurre con muchas otras plantas, durante los meses de primavera y verano nuestra yuca centrará toda su energía en crecer. Una tarea que necesitará de nuestra ayuda.

Para mantener su buen ritmo de desarrollo, será necesario aplicar una dosis de fertilizante cada 15 días entre marzo y octubre. Una alianza que, para cumplir su función, debe ser específica para las plantas verdes y, para favorecer la absorción, se recomienda disolverla en el agua de riego.
4. Riego moderado, básico en el cuidado de la yuca
Aunque no suele formar parte de la lista de plantas resistentes a la sequía, lo cierto es que la yuca es una candidata perfecta para esa clasificación. Por su origen, está dispuesto a sobrevivir en condiciones de escasez de agua, por lo que olvidarse del agua no será una de nuestras mayores preocupaciones.
No ocurre lo mismo con el exceso. De hecho, regar en exceso o dejar la placa inferior regular con agua puede hacer que las raíces se pudran. Por ello y ante la duda, es el ideal regar bien y cuando el sustrato esté completamente seco. Una vez completada esta tarea, es importante eliminar el exceso de la placa inferior.
Para seguir una guía, en verano tendremos que regar una vez a la semana y en los meses de invierno basta con regar cada 20 días.
5. Trasplante cada dos años, importante para su desarrollo
Los últimos cuidados de la yuca que debemos tener en cuenta. Como es una planta de crecimiento rápido, necesitará espacio para desarrollarse adecuadamente. Por ello, y siempre en el caso de plantas adultas, lo ideal es realizar estrictamente trasplantar a una maceta un poco más grande cada dos años.

A la hora de trasplantar, hay varios aspectos que debemos tener en cuenta. En primer lugar, es importante que la nueva maceta tenga profundidad. Solo así nuestra yuca podrá echar raíces correctamente. Además de estos detalles, es fundamental que hacer un buen drenaje para evitar el encharcamiento de agua. Recuerda: sus raíces no toleran el exceso de agua. Finalmente, y para ayudar en este aspecto, los fundamentos elección de sustrato para plantas verdes. Por su composición, ayudará a eliminar el exceso de agua de riego.
¡Y listo! Después de este cuidado de la yuca, podemos disfrutarla sin sorpresas. Un compañero perfecto y, sobre todo, poco exigente. ¿Puedes preguntar por más?