Es una de esas plantas que apasionan a muchos jardineros. Y tiene todo el sentido. el es Cuidado de la palma de Madagascar No son difíciles, y cumplirlas significa disfrutar de una planta muy decorativa. Y eso, de hecho, es por qué es tan valioso. Hablamos de una planta con una morfología muy singular y llamativa. Una gran elección para cultivar sola en cualquier jardín o incluso en maceta en una terraza. Una planta que gustará a los que dicen que no tienen buena mano ya los que son expertos jardineros.
Cuidar la palma de Madagascar o Pachypodium lamerei implica recrear las condiciones del lugar de donde proviene. Y su nombre común nos dice claramente que proviene de esta isla africana que es dueña de un buen número de especies vegetales únicas en el mundo. Quizás lo que hace Pachypodium lamerei es jugar distrayendo su catalogación de palmeras porque, en realidad ya pesar de su apariencia, no lo es. En serio, estamos hablando de una planta suculenta. Pero la hay: su crecimiento, que puede alcanzar los tres metros, y un despliegue foliar que recuerda a una palmera. Y la similitud es tal que es difícil, en la naturaleza, distinguir una especie de otra.
Por su singularidad y exótica belleza, Pachypodium lamerei es una de las plantas más populares. Veremos en detalle cuáles son sus características y, lo que es más importante, qué cuidados requiere.
6 CLAVES EN EL CUIDADO DE LAS PALMAS DE MADAGASCAR
El cuidado de la palma de Madagascar se trata en gran medida de recrear las condiciones naturales de donde proviene. Pero, antes de verlos en detalle, es importante entender qué es esta singular planta. Su principal característica es que tiene un tallo columnar grueso con una base ligeramente engrosada. A su alrededor hay espinas de hasta tres centímetros de largo. Nacen donde antes había hojas. Detalles a tener en cuenta ya que el Pachypodium lamerei solo los tiene en la parte superior. Y, a medida que crece, se desprende de las hojas inferiores, dando paso a nuevas espinas.

Este peculiar sistema de sustitución de plantas permite que la palma de Madagascar centre todos sus esfuerzos en la creación de las hojas superiores. Algunos irán, además, creciendo en proporción al tamaño de la planta. Si tenemos un ejemplar joven de Pachypodium lamerei, sus hojas serán pequeñas. Y, a medida que crezca, aumentarán de tamaño. Ojo con esto porque su evolución no se da de la noche a la mañana. Hablamos de que, aun siendo estrictos con los cuidados de la palma de Madagascar, es una una planta que crece lentamente. En el mejor de los casos, crecerá un máximo de 30 centímetros al año. Y es muy importante que lo hagas en vertical y en horizontal. O, mejor dicho, que su base engrosada crece en diámetro.
Entendiendo sus características, veremos qué requiere esta singular planta para estar sana y crecer.
1. Iluminación, uno de los cuidados más importantes de las palmeras de Madagascar
Teniendo en cuenta su origen, es perfectamente lógico pensar que una de las tareas de controlar de cerca la palma de Madagascar es la ligereza. A pesar de las apariencias, no es necesario que este en pleno apogeo: También se puede cultivar en espacios muy luminosos.
Si la planta no recibe la cantidad de luz que necesita, nos lo hará saber rápidamente. Sus hojas comenzarán a caer y lamentablemente la planta morirá en poco tiempo. Por eso es importante buscar un sitio que satisfaga esta necesidad desde el principio.
2. Temperatura, más cálida que fría
Como buena planta tropical, la Pachypodium lamerei requieren temperaturas altas. Lo ideal es estar en un espacio entre 20 y 40 grados. Y no: no es amante del frío. Además: puedes poner en grave peligro tu vida, comportándote de la misma forma que te falta luz. Si queremos que dure mucho, no podemos exponerlo a temperaturas por debajo de los 10 grados.
Este punto del cuidado de la palmera de Madagascar nos indica dónde podemos cultivarla. Lo ideal es que durante los meses más cálidos esté al aire libre. Y, en cuanto empieza a llegar la caída, la llevamos dentro de casa.

3. Drenaje, clave para tu salud
Nada como recordar el tipo de planta que es para entender lo importante que es este punto. De nuevo: es suculento. Y, por tanto, no es amiga del exceso de agua. algo que obedece prestar especial atención al drenaje y, también, un sustrato a utilizar para cactus y suculentas. Una combinación que permitirá que toda el agua sobrante del riego se evacúe y cuide sus raíces.
4. Riego, moderado incluso en los meses de calor
Cómo regar correctamente las suculentas Es cuestión de esperar para muchos amantes de la jardinería. Lo que obliga, en el caso de Pachypodium lamerei, a ser extremadamente estricto con la cantidad de agua. En los meses de calor bastará con dar dos veces por semana y en cantidades moderadas. En los meses de invierno, lo ideal es dejar de regar.
Recuerda: es una planta seca. Madagascar no se caracteriza precisamente por sus lluvias torrenciales.
5. Suscriptor, dos veces al año
Durante los meses de crecimiento, la palma de Madagascar agradece ser fertilizada. Una forma de fomentar esa evolución lenta que comentábamos. Para ello, es ideal aplicar abono para cactus y suculentas cada dos semanas tanto en primavera como en verano. Una ayuda adicional que te permitirá aprovechar el sol y el buen tiempo para crecer.

6. Plagas, uno de los cuidados de la palmera de Madagascar que no debe preocuparnos
Y decimos esto porque, a pesar de lo que parece, estamos hablando de una planta extremadamente resistente. Tanto es así que no suele ser objeto de plagas ni de muchas de las enfermedades habituales de los dos plantas de interior desde el plantas al aire libre.
A menos que nuestro Pachypodium lamerei esté débil, la comida puede aparecer.
Y, ahora que conoces los cuidados de la palmera de Madagascar, ¿quieres tenerla entre tus plantas? ¡Disfrutarás de la belleza de plantas únicas y muy exóticas!