Es una de las plantas más comunes en los hogares y, sin duda, hay muchas razones para ello. No solo es extremadamente hermosa y llamativa. Además, cuando sabes como cuidar el anturio es imposible no sucumbir a su magia. Y la razón por la que esta hermosa especie nos lo pone tan fácil para mostrar su increíble colorido. Tanto es así que es apta para quienes se inician en la jardinería, ya que se puede catalogar como una planta de bajo mantenimiento.
Saber cuidar un anturio depende mucho de entender sus orígenes. Aunque está disponible de forma natural desde Argentina hasta México, lo cierto es que esta especie fue descubierta en el las selvas de colombia a finales del siglo XIX. Una punta, de origen tropical, imprescindible para entender un poco los cuidados que requiere lucir los intensos colores de sus hojas y brácteas.
Porque esa es otra característica que suele llamar a un error con respecto al anthurium o anthurium. el suyo era brácteas rojas características No son, a pesar de lo que se cree, flores. En realidad, son solo hojas protectoras de la flor real. ¿La parte positiva? Es decir, si seguimos al pie de la letra cómo cuidar el anturio, disfrutaremos de su increíble color durante todo el año.
7 COSAS QUE DEBES SABER CÓMO CUIDAR ANTHURIUM
Aunque el anthurium parece estar con nosotros toda la vida, en realidad es un recién llegado. Decimos esto porque solo se cultiva desde hace unas décadas como parte de la lista de plantas de interior. Es una necesidad absoluta para las personas que aman el período que fue suficiente para convertirlo. plantas verdes. Y, de nuevo, es perfectamente lógico. No solo tiene un follaje abundante y espectacular. También, su hojas en forma de corazon dan a cualquier espacio un toque exótico muy elegante.

Y sí: en cualquier espacio. Da igual los tonos que hayamos elegido para nuestra decoración. Porque, aunque es poco conocido, es posible disfrutar del anturio en más tonalidades que el clásico rojo. él surtido de colores de anthurium la gama se amplía del rosa al naranja, pasando por el blanco. ¡Imposible no encontrar el adecuado para nuestra paleta de colores!
Entonces, veamos cómo cuidar el anthurium. Una planta que esconde un secreto a voces de gran valor para nuestra salud, más allá de su maravilla. También se beneficia de su capacidad para filtrar el aire ya que es uno de los plantas limpiadoras que limpiaran tu casa. ¿Cómo resistirla?
1. Luz, importante para las flores.
Dado que proviene de zonas selváticas, el anthurium afirma buena luz. Además: solo si tiene buena luz indirecta podrá crear sus características brácteas y, por tanto, sus flores. Puede sobrevivir en espacios con poca luz, pero es importante saber que probablemente solo disfrutemos de sus hojas. Su lugar ideal: cerca de una ventana.
Ojo con esto porque no podemos confundirlo y exponerlo a la luz directa del sol. Si lo hace, sus hojas pueden quemarse.
2. La temperatura, un aspecto a mirar en cómo cuidar el anturio
Por muy adaptada que esté, no podemos ver que es una planta tropical. De hecho, en nuestra latitud está creciendo en interior precisamente por la necesidad de temperatura cálida sin oscilaciones.
Lo ideal es que sea en un espacio con entre 20 y 25 grados consecuentemente. Es importante saber cómo reacciona, al frío y al calor. Si la temperatura desciende por debajo de los 12 grados, las hojas se secarán y se volverán amarillas. Si sube por encima de los 28 tendremos que aumentar la humedad ambiental para que no se resienta.
También es importante protegerlo de corrientes de aire y fuentes de calor artificiales, como los radiadores.
3. La humedad ambiental, vital para tu bienestar
Saber que es de origen selvático nos da una pista importante sobre cómo cuidar un anturio. Es una planta exigente buena humedad en el ambiente mantener sus hojas sanas. Motivo muy fuerte para rociarlas con agua no calcárea, y evitar siempre que se empapen.
Ya sea que vivamos en un clima seco o durante los meses de invierno, nunca está de más darle esa humedad. ¿Como? creando un microclima húmedo en el fondo de la olla. Será suficiente agua para poner permanentemente en la placa inferior. Pero eso sí: siempre separando, usando piedras decorativas o cualquier otra cosa, el fondo de la olla del agua.
4. Riego, regular pero controlado
En nuestra lista de cómo cuidar los anturios, no cabe duda de que el riego es la tarea que más debemos vigilar. Y que, aunque es una planta tropical, no tolera el exceso de agua en sus raíces y no requiere humedad constante en el sustrato.
La pauta ideal es un agua por semana durante el invierno. Una cantidad que aumentará en los meses de calor, en los que regaremos entre dos y tres veces por semana. ¿Cómo sabes que es hora de volver a regar? Cuando el sustrato esté ligeramente seco.
5. Abonado, excepto en primavera y verano
Una pequeña ayuda importante para hacer que nuestro anturio sea aún más grande durante los meses soleados. Aunque ya es una planta con buen desarrollo, el uso de fertilizantes permitirá que lo haga en buenas condiciones.

Lo ideal es utilizar un abono líquido especial para plantas verdes cada dos semanas durante la primavera y el verano.
6. Limpieza de hojas, un detalle que cuida la salud de la planta
Otros detalles para mirar en nuestra planta. Mantener tus hojas limpias de polvo permitirá que ese proceso de las plantas, la fotosíntesis, se lleve a cabo correctamente.
Para que esta tarea sea útil, debemos limpiarlos con agua no calcárea.
7. Trasplante, último paso en el cuidado del anturio
Es la última tarea a considerar y quizás la que más necesitamos. Porque lo cierto es que el anthurium solo requiere un trasplantar cada dos años. Y no, no podemos dejarlo ir. Es más: si nos confundimos con esta tarea, es la propia planta la que nos lo recordará. Los síntomas son claros: las hojas nuevas serán mucho más pequeñas y la creación de brácteas es anecdótica. Si eso sucede, es hora de refrescar el lugar donde crece.

Para trasplantar anturio, solo tendremos que tomar dos precauciones. Una es usar un sustrato separado para las plantas verdes. El otro es proporcionar un buen drenaje para nuestra planta.
Y, sabiendo cuidar un anturio, solo queda una cosa más: disfrutar de esa increíble belleza que regala sin pedirnos nada.