Es una de las plantas menos conocidas que, sin embargo, es increíble. Y no solo nos referimos a sus llamativas flores: aún sin color, no son menos interesantes sus enormes hojas verdes que pueden llegar a medir hasta 30 centímetros. Dos buenas razones para conocer el cuida a la maravillosa Medinilla y disfrútalo en casa. Una tarea con su complejidad, por lo que es importante conocer en detalle lo que requiere.
Comencemos con algunas cosas que nos dan pistas sobre sus necesidades. hablanos de un una planta originaria de Filipinas: una base que indica su carácter de planta tropical con todo lo que se asocia con eso. Aunque en su hábitat natural puede alcanzar un tamaño de hasta un metro y medio en forma de arbusto, cultivarla en maceta no le resta belleza. Y es que, aunque no alcanza las dimensiones que tiene en Asia, es una planta con un aspecto muy llamativo.
Entonces, veamos qué condiciones necesita esta belleza para crecer y, lo más importante, mostrar el increíble atractivo de sus flores.
5 MEDINILLA GROWTH CUIDADO PARA TU MEJOR
Empecemos a descubrir algo que desconcierta. Como sucede cuando entramos en el cuidado de la buganvilla, las aparentes flores de la Medinilla no son realmente espectaculares. Lo que a simple vista consideramos una flor son en realidad brácteas: hojas protectoras que ocultan la verdadera flor de esta planta. Flor ficticia o real, lo cierto es que su color no hace más que formar parte del espectáculo que es uno de los plantas con flores de interior es hermoso.

Por muy bonita que sea, es importante tener en cuenta que no es una planta apta para personas que se inician en el mundo de la jardinería. Aunque son aceptables, la atención de la Medinilla es increíble. específico y estricto. Algunos tendremos que seguirlos al pie de la letra para asegurar su bienestar.
1. Mucha luz y luz indirecta, uno de los cuidados más importantes de la maravillosa Medinilla
Una característica completamente básica. Para mantenerse saludable y floreciente, la maravillosa Medinilla debe estar en una espacio interior muy luminoso. Si no tienes la luz que necesitas, tus hojas tomarán un tono amarillo. Pero cuidado: no puede recibir sol directo. Si lo hace, sus hojas y flores podrían quemarse.
Si lo ponemos cerca de una ventana, tendremos que tener cuidado en los meses de invierno. El calor artificial que proporcionan los radiadores no le sienta bien, pero tampoco la corriente de aire.
2. Temperaturas cálidas durante todo el año, imprescindible
Otros detalles que tenemos para insultar durante el año. Aunque es una planta tropical, no se siente especialmente bien con las altas temperaturas. Su rango es ideal entre 20 y 22 grados durante el año. Un requisito que tendremos que cuidar especialmente entre marzo y agosto, meses en los que la maravillosa Medinilla está en flor.

¿Y qué hacemos en invierno? Continúe cuidando este ambiente cálido y, si es necesario, cultívelo en un invernadero. Para no perturbar su vida, es absolutamente necesario que nunca esté expuesta temperatura por debajo de 15 grados. Si lo hace, la planta puede morir. Si nuestra planta está fría, nos lo hará saber oscureciendo las puntas de las hojas.
Un detalle importante que debemos tener en cuenta cómo tratarla durante su reposo vegetativo. Cuando entre en el resto del invierno, desde septiembre hasta principios de marzo, es importante que le cambiemos un poco la copa. Estar a 17 grados y expuesto a menos luz promoverá la próxima floración.
3. Riego moderado y humedad ambiental, atención para observar de cerca.
Sin duda, uno de esos maravillosos detalles exóticos cultivados que más vamos a mimar. Como buena planta tropical, necesita un buen nivel de humedad en el sustrato. Pero ten mucho cuidado con esto. La maravillosa Medinilla no tolera el exceso de riego o el agua en sus raíces. Por lo tanto, lo ideal es que tenga cierta cantidad de humedad en el sustrato pero nunca se sature. Sabremos cuándo es el momento de regar observándola: cuando empiece a secarse, volveremos a regar moderadamente. ¿Qué pasa si a nuestra planta se le caen las hojas rápidamente? Nos avisará de la falta de agua.
Además de esto, hay algunas cosas más importantes a considerar cuando se trata de agua. Por un lado, vamos a usar agua destilada o mineral. Por otro lado, es fundamental que nuestra planta tenga un buen drenaje para conseguir que elimine correctamente el exceso de agua.
Tan importante para encontrar la cantidad exacta de riego disponible para nuestra planta humedad ambiental correcta. Si no lo hace, es más probable que aparezca la araña roja. Para evitarlo pasa humedeciendo el ambiente o incluso rociando las hojas sobre nuestras plantas de forma regular.
4. Trasplantar cada dos años como máximo y con un sustrato rico, motor de crecimiento
Una de las características de la maravillosa Medinilla es que es una planta de crecimiento lento. Su desarrollo se produce para fomentar, en parte, a través de trasplantarlo cada dos años como máximo.

Además de hacerlo en una maceta un poco más grande y darle un buen drenaje, tendremos que mimar especialmente el sustrato. Lo ideal es ofrecer un suelo rico en el que haya una importante presencia de mantillo.
5. Abonado habitual en los meses de las flores, lo último de los cuidados de la maravillosa Medinilla
Lo último de los cuidados de la maravillosa Medinilla. Además de cuidar el suelo, es necesario renovar sus nutrientes periódicamente en los meses de máximo desarrollo.

Por tanto, desde mediados de marzo hasta agosto, tendremos que fertilizar cada 20 días. Pasado ese tiempo, no volveremos a abonar porque puede ser negativo para la planta.
¡Y listo! Con estos cuidados podrás disfrutar de esta preciada planta de interior sin sorpresas. El ideal para añadir una nota de color exótico a nuestro hogar.